Un
día, me perdí en un par de ojos cafés, nunca había estado tan paralizado,
mirando mi reflejo, en un par de ojos cafés, nunca.
Cuando
te dicen que puedes encontrar la paz, te imaginas, un lugar hermoso, un hogar
acogedor, pero nunca, ¡nunca! ¡Un par de ojos cafés!
Pero
no me tenía paralizado el color, el tamaño o la infinita paz que encontré en
ellos, de reojo ¡pude ver el amor!
El
amor es algo que te han contado, pero para poder hablar de él, debes conocerlo,
saludarlo, abrazarlo muy fuerte y ¡Reír con él a carcajadas!
Debes
llegar al grado de poder hablarle de tú y de ti, pero siempre con respeto,
porque el amor, se distrae mucho y siempre tiene prisa.
Si
dejas de hablar, si dejas de mirar, si dejas de contarle tus sueños… ¡se va!
Y
ahí estaba el amor, en ese par de ojos cafés, sentado tranquilamente, con un libro en
las manos…
No
podía dejar de verle, era ¡Impresionante! ¡Conocerle por fin!, sonreír de
nervios y decirle ¡existes!, agitar las manos dentro de los bolsillos sin poder
estirar la mano y decir ¡hola! ¡Tengo toda mi vida buscándote!, ¡quería
conocerte!, quería… ¡Hola amor!
Y
de pronto parpadearon, esos ojos cafés… y de pronto me vi a mi mismo sentado ¡ahí!
Con un libro entre las manos…
¿A
dónde fue? Y mi "Ojos cafés", me pregunto ¿a dónde fue?
¡Y
la vi sonreír por primera vez!
Sí,
¡el amor es, lo que se le da la gana! y vive ¡en donde se le da la gana! y
tiene muchas formas… el que yo conozco, vive en un par de ¡ojos cafés!
Sigo
paralizado, aun no puedo hablarle directamente y lo hago a traves de ella, tengo
miedo que un día se vaya y me deje ¡aquí! Así que le hablo y le platico todos
los días, le cuento mis días buenos y mis días malos también y siempre, siempre
comienzo mi día con un ¡Hola amor! Y siempre, siempre termino mis días con un ¡te
amo amor! Y sé que me ama, porque mi "Ojos cafés" a veces habla también… y yo ¡le
atiendo! Y ¡mucho! ¡Y siempre estoy desesperado por escuchar lo que tiene que
decir!
A
veces solo abro mis ojos y me mira dormir y me saluda, como si en mis ojos también
viviera el amor y me mira y no dice ¡nada! Tal vez tenga el mismo miedo que
tengo yo, tal vez no lo quiere distraer de lo que está haciendo y si es así, ¡no
cierro mis ojos para nada!
¡Hay
veces que el amor que vive en ella mira fijamente al que vive en mí y sonríen!
Platican tanto, de su juventud, de su madures, de sus vidas pasadas…
Un
día soñé, que por fin me atrevía a hablarle al amor que vive en sus ojos, saque
la mano de mi bolsillo y toque su hombro…
Cuando
volteó a mirarme, ¡era ella! ¡Mi "Ojos cafés"! Con un libro en las manos, que yo
le regale…
Solo
dijo, ¡Hola amor!, me acosté en sus piernas y ¡me quede dormido! ¡Soñé que por
fin me atrevía a hablarle a la chica de los ojos cafés! Pero no le decía hola,
le decía… ¡Te amo!
¡Ella
siempre ha sido el amor de mi vida! ¡Incluso desde antes, de conocer el amor!
O
al menos, ¡así lo creo yo!
Fush