lunes, 15 de octubre de 2018

Mi "Ojos cafés"


Un día, me perdí en un par de ojos cafés, nunca había estado tan paralizado, mirando mi reflejo, en un par de ojos cafés, nunca.
Cuando te dicen que puedes encontrar la paz, te imaginas, un lugar hermoso, un hogar acogedor, pero nunca, ¡nunca! ¡Un par de ojos cafés!

Pero no me tenía paralizado el color, el tamaño o la infinita paz que encontré en ellos, de reojo ¡pude ver el amor!

El amor es algo que te han contado, pero para poder hablar de él, debes conocerlo, saludarlo, abrazarlo muy fuerte y ¡Reír con él a carcajadas!
Debes llegar al grado de poder hablarle de tú y de ti, pero siempre con respeto, porque el amor, se distrae mucho y siempre tiene prisa.
Si dejas de hablar, si dejas de mirar, si dejas de contarle tus sueños… ¡se va!

Y ahí estaba el amor, en ese par de ojos cafés, sentado tranquilamente, con un libro en las manos…
No podía dejar de verle, era ¡Impresionante! ¡Conocerle por fin!, sonreír de nervios y decirle ¡existes!, agitar las manos dentro de los bolsillos sin poder estirar la mano y decir ¡hola! ¡Tengo toda mi vida buscándote!, ¡quería conocerte!, quería… ¡Hola amor!

Y de pronto parpadearon, esos ojos cafés… y de pronto me vi a mi mismo sentado ¡ahí! Con un libro entre las manos…
¿A dónde fue? Y mi "Ojos cafés", me pregunto ¿a dónde fue?

¡Y la vi sonreír por primera vez!

Sí, ¡el amor es, lo que se le da la gana! y vive ¡en donde se le da la gana! y tiene muchas formas… el que yo conozco, vive en un par de ¡ojos cafés!

Sigo paralizado, aun no puedo hablarle directamente y lo hago a traves de ella, tengo miedo que un día se vaya y me deje ¡aquí! Así que le hablo y le platico todos los días, le cuento mis días buenos y mis días malos también y siempre, siempre comienzo mi día con un ¡Hola amor! Y siempre, siempre termino mis días con un ¡te amo amor! Y sé que me ama, porque mi "Ojos cafés" a veces habla también… y yo ¡le atiendo! Y ¡mucho! ¡Y siempre estoy desesperado por escuchar lo que tiene que decir!

A veces solo abro mis ojos y me mira dormir y me saluda, como si en mis ojos también viviera el amor y me mira y no dice ¡nada! Tal vez tenga el mismo miedo que tengo yo, tal vez no lo quiere distraer de lo que está haciendo y si es así, ¡no cierro mis ojos para nada!
¡Hay veces que el amor que vive en ella mira fijamente al que vive en mí y sonríen! Platican tanto, de su juventud, de su madures, de sus vidas pasadas…

Un día soñé, que por fin me atrevía a hablarle al amor que vive en sus ojos, saque la mano de mi bolsillo y toque su hombro…
Cuando volteó a mirarme, ¡era ella! ¡Mi "Ojos cafés"! Con un libro en las manos, que yo le regale…

Solo dijo, ¡Hola amor!, me acosté en sus piernas y ¡me quede dormido! ¡Soñé que por fin me atrevía a hablarle a la chica de los ojos cafés! Pero no le decía hola, le decía… ¡Te amo!

¡Ella siempre ha sido el amor de mi vida! ¡Incluso desde antes, de conocer el amor!
O al menos, ¡así lo creo yo!
                                         Fush

viernes, 5 de octubre de 2018

No puedo dejar de verte (Aunque lo intente…)


Hay un camino…
Sé que hay un camino…
Que me llevará lejos de ti.

Hay una forma de alejarme…
Lo se…
Lo se…

Un día mas…
¡Si!
Los voy contando y los guardo.

Pero el hecho es…
Que estas aquí…
¡Y no puedo verte!

Rodeo la ciudad buscando esconderme…
Y camino…
Por donde no hay gente.

¡Pero el hecho es que estas ahí
Y no quiero verte…!

Busco una distracción no un fin…
Busco un camino…
No un destino.

Hay un camino, sé que…
¡Hay un camino que me llevará, lejos de ti!

Pero para encontrarlo, debo concentrarme…
Enfocarme…
Y dejar de verte…

¡Tal vez soy yo el camino…!
Tal vez soy el único camino…
¡Camino, que me niego a recorrer!
Y no me puedo/quiero…
Encontrar.

Porque ni siquiera…
Caminando en el desierto, de noche…
Me perdí…

Como me he perdido, tantas veces…
¡Mirándote a los ojos!

Hay un camino, ¡sé que…!
¡Hay un camino, que me llevará lejos de ti…!

Y si lo encuentro, prometo alejarme…
Y prometo recordarte…
¡Toda mi vida!

Y simplemente porque…
No puedo dejar de quererte…
O simplemente porque…
Ni cerrando mis ojos,
Puedo dejar de verte…
                               Fush

jueves, 20 de septiembre de 2018

Tita Mamá


Cuando una pelota en las manos te hacia feliz…
La vida era dura, pero más fácil, hacía calor, en tu pueblo y en tu corazón…
Y como olvidar las películas que proyectaba la coca cola en las viejísimas paredes de tu calle… y el abuelo sonriendo y la abuela frunciendo el ceño…
Y tú, soñando con una caja mágica que preparara comida, mientras lavabas los trastes que tanto odiabas…
¡Que aire más puro y que cielos más azules recuerdas! ¡Agua cristalina y amigos inolvidables! Amo escucharte hablar, desde que era niño, ¡desde siempre!
Un día el mismísimo Dámaso Pérez Prado, paso por tu calle, con dos hermosas bailarinas ¡rubias! Y tu volvías a soñar, con aparatos que nos llevaran ¡más rápido y más lejos!

Tu alma se fue llenando de tristeza y comenzó a endurecer tu carácter, de pronto todo cambio, otra vida, otra ciudad, otra casa y otra escuela, pero más y mejores sueños… de pronto dejaste de ser una niña y ya eras todo, ¡mama, hermana, maestra y mujer! 
Que pronto te hiciste mujer y ¡que grande! Y que trabajo y ¡que gran trabajo! Sin darte cuenta, cuántas vidas dependían de ti y tu soñando y yo viéndote sonreír y sufrir en las escaleras de ese viejo edificio porque me sentía mal… 

Me gustaba más verte sonreír, porque lo hacías muy poco… hasta ahora que tengo a mi hija entendí, porque siempre estabas ¡tan preocupada!
Que grandes cosas hiciste por mí y por la loca de mi hermana, cuando estoy triste cierro mis ojos y voy hasta la cocina donde nos preparabas panque de naranja…

Uno de los días más felices de mi niñez, fue en el estacionamiento de Aurrera, sentado en un Chevelle sin cristales te vi feliz y sonreír, ¡ahora sé que conocimos a papa! Mi viejo, pero de él no voy a hablar…

Nos fuimos a vivir a una casa en la Paz ¡y que paz!, excepto los domingos, que el dueño, ¡no nos dejaba descansar! Y abría mis ojos y comenzaba a soñar, y mi imaginación comenzó a volar… ¡tenia tu mismísima capacidad para soñar! ¡Y soñé! ¡Y soñé mucho! Y reí y llore también, pero era muy feliz…

Han pasado muchos años ya, ¡muchos!, seguramente ya se despintaron las cruces de aerosol que pinto papá en las ventanas de la vieja casa… ahora la hermana más pequeña vive en nuestro viejo, nuevo hogar, lugar en el que fui niño, joven y casi papa… y tú en tu casa pensando “Que hare para cenar?” ¿que tal unas tortas duras con mantequilla y azúcar?
¡O unas tortillas tostadas en el comal, con crema y sal!

¡Casi siempre te extraño Ma! Y cuando mi hija llega corriendo y te abraza, soy feliz, aunque te confieso que me gustaría ser yo quien corriera a tus brazos a descansar…
Han pasado muchos años ya, de esa pelota y los odiosos trastes por lavar, pero muy dentro de tu alma, eres una niña ¡soñando y lista para volar! Y aunque ahora te llamen Tita yo aún te conozco por ¡Mamá!

La vida es dura y no es fácil, pero con que paciencia me enseñaste que es maravilloso estar aquí…
O al menos, ¡así lo creo yo!
                                              Fush